Por años, Alberto Carrión y su tocayo, Alberto Cortez, acariciaron la idea de unir sus voces en un mismo escenario. Por razones de agenda, logística e incluso, hasta del propio huracán María, el tiempo traicionó a los compositores quienes no encontraban una fecha para coincidir con su público boricua.
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“Este junte, en un momento dado, lo habíamos hablado, hace 10 años, pero se quedó en uno de esos planes que no se logran”, indicó Carrión y agregó que fue la productora Yolanda Díaz quien finalmente logró darle vida a la ilusión de ambos.
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Para Carrión la velada, que será el próximo 31 de marzo en el Centro de Bellas Artes de Santurce, representa más que un junte, pues Cortez sirvió como pieza clave para su formación como músico. “Compartir el escenario con Cortez para mi es una alegría tremenda porque él para mi fue un mentor. Yo aprendí a componer escuchando las canciones de él”, manifestó el compositor en conversación con ActivoPR.com.
“Alberto, además de cantante, es un gran poeta. Las canciones de él son poemas musicalizados”, agregó.
Carrión no se queda atrás. Su tinta ha producido canciones que quedaron acuñadas para la posteridad: en primer lugar, Amanecer Borincano, un tema catalogado como uno de los himnos nacionales boricuas y, en segundo, Los colores de mi tierra, canción que formó parte de una campaña publicitaria, considerado por muchos como el himno de las salas de cine de Puerto Rico.
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Alberto: Es una emoción enorme, cada vez es bien emocionante. De hecho, una vez estaba con Alberto Cortez en una fiesta en Aguas Buenas y yo acababa de hacer una canción sobre un poema de Luis Palés Matos, Pueblo. Yo llego, como acababa de componerla, estaba emocionado todavía y les toco la canción por primera vez.
Alberto se me acerca, parando la oreja, se me sienta al lado y me dice: “Alberto, podrías volver a tocar esa canción” y yo con mucho gusto volví a interpretar la canción nueva mente. Cuando termino, de momento me dice: “¿tu me permitirías estrenar esa canción en mi próximo disco?”.
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Un hombre que lo que hace es cantar sus canciones, de momento, que me pida a mi permiso para estrenar una canción mía, para mi era un momento culminante, de esos que nunca olvidaré.
¿Siempre se propuso ser uno de los grandes compositores de la isla?, ¿cómo fue su niñez?
No. Toda la vida pensaba que iba a ser biólogo marino. Mis padres me escuchaban decir que quería ser biólogo marino y se reían. Hasta que llegó el día que, cuando tenía unos 16 o 18 años que me di cuenta que no podía hacer otra cosa que fuese músico, porque es lo que me llena.
Recuerdo cuando me acerqué a mis padres a decirle: “Papi, Mami he decidido que no voy a ser biólogo marino, lo que quiero es ser músico”. Ellos se echaron a reír y me dijeron que sabían eso prácticamente desde que nací. Mi padre, aunque era banquero le encantaba el arte, la música y el teatro, y de ahí surge mi pasión por la música.
¿Cómo nació el tema Amanecer Borincano?
Fue a principio de los 70s. Un amigo vino a visitarme, me tocó unas cuantas canciones de Antonio Cabán Vale, El Topo, mucho antes de que Antonio fuese famoso. Y cuando yo escuché las canciones de El Topo, me parecieron interesantes y empecé a estudiar ese estilo y de ahí surge Amanecer Borincano, y tuve la dicha de tener la canción de ese género que rompió en las ondas radiales.
¿De todas las adaptaciones que han hecho del Amanecer Borincano, cuál ha sido la interpretación que más le ha gustado?
Está bien difícil. Lucecita la canta preciosa. Kany García hizo una versión espectacular después de María, porque la trató distinta, en vez de tratarla movida, la cantó como un lamento y le quedó espectacular y así un montón de músicos también han hecho versiones hermosas.
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Hay quienes interpretan el Amanecer Borincano como una protesta ideológica, ¿es este el mensaje principal de la canción?
No, no es una protesta. Es más bien una definición de lo que es ser puertorriqueño, de los valores y la esperanza en nuestra juventud.
Hablando de la juventud, hoy día lo que predomina en las ondas radiales es el Trap, un género criticado por muchos por sus fuertes líricas. ¿Qué futuro le augura a este género en la música?
Sí, he escuchado las letras de Bad Bunny y de Residente. Creo que en ese género hay cosas buenísimas y hay cosas que no me gustan para nada, pero encuentro que es un género muy interesante que está desarrollándose de una forma muy hermosa. O sea, empezó siendo un ritmo con letras obscenas, muchas veces, sin mucho sentido, soltando coraje. Ahora la mayoría de las canciones tienen más melodías, más sentido.
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La misma canción de Despacito, es una evolución espectacular de lo que fue el reguetón, que ahora es más cantado, es una canción, hasta cierto punto romántica. He visto una evolución muy interesante [del reguetón], además que es bien pegajoso y ha abierto una brecha en el mundo entero para la música puertorriqueña.
¿Cómo logra encontrar inspiración para componer temas de la isla cuando la situación económica y política del país es poco alentadora?
Actualmente la situación actual del país no inspira a nadie (ríe); pero yo siempre me inspiro en mi país, en mi gente. Soy un romántico empedernido, soy amante del amor de las mujeres, de todo lo hermoso de este país. Soy de aquí y de aquí no me saca nadie.