Hablar de artritis es hablar casi siempre de los dolores en las articulaciones que muchas veces limitan nuestras actividades diarias.
Sostener una taza, levantar una bolsa de compra o hasta caminar al carro se vuelven tareas pesadas, debido a la inflamación en las articulaciones o la degradación de los cartílagos que supone esta condición.
Esto le pasa a cerca de 24 millones de adultos en Estados Unidos que se ven afectados por la artritis, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
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El panorama se complica si se intenta hacer alguna actividad física, como montar una bicicleta o correr alrededor de la pista de nuestro vecindario.
Sin embargo, hay formas de alejarse de ese cuadro. Según la agencia federal, la actividad física puede “reducir el dolor y mejorar el funcionamiento” cuando se tiene artritis.
Los expertos de los CDC animan a que las personas con artritis incluyan actividades como caminar, nadar o hasta correr bicicleta en sus rutinas para mejorar su condición. Incluso, los CDC sostienen que realizar actividades físicas puede ayudar a mejorar la fuerza, la flexibilidad y la resistencia de nuestras articulaciones.
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“Un aumento del dolor, el miedo a tener dolor y la falta de conocimientos sobre formas seguras de actividad física pueden hacer más difícil que las personas que tienen artritis hagan actividad física”, reconoce la agencia federal.
Ahora bien, aconsejan que los ejercicios deben ser de bajo impacto y que no impliquen que la persona esfuerce las articulaciones y no exceder las dos horas y media. Por eso, siempre se recomienda consultar a su médico para irse a la segura.
Entonces, solo queda animarse, ponerse unos buenos tenis y darle energía al cuerpo.