El 28 de julio de cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora el Día Mundial de las Hepatitis Virales.
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En torno a este tema, el doctor Ricardo Chong Menéndez, Hepatólogo del Hospital Metropolitano, conversó con Metro sobre los tipos de hepatitis que existen.
El objetivo de conmemorar el día de las hepatitis vírales es acrecentar y sensibilizar la comprensión de las mismas y promover las medidas preventivas para impedir su diseminación.
Tipos de Hepatitis:
Hay varios tipos de hepatitis virales y cinco son los más comunes. La Hepatitis A, cuya transmisión o contagio es fecal-oral, es la más común y con la que la mayoría de la población está en contacto.
Las Hepatitis B y C pueden terminar en una cirrosis y se producen mayoritariamente por transmisión sexual, o compartir jeringas y todo lo que se refiere a fluidos corporales.
Otros tipos son la hepatitis Delta que se produce en individuos con Hepatitis B crónica y la Hepatitis tipo E de transmisión fecal oral que es muy rara en el país.
Según el doctor Chong, hay que incentivar a la población para que se cuide de las hepatitis sobre todo la B y la C que son aquellas que pasan a la cronicidad y producen cirrosis sino se tratan a tiempo.
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En la isla, 2% de la población de Puerto Rico está infectada con el virus de Hepatitis C, de acuerdo con estudios de equivalencia de la doctora Cynthia Pérez, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Puerto Rico.
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Las Hepatitis B y C son importantes problemas de salud que afectan a 325 millones de personas. Son causa de cáncer hepático y producen 1,34 millones de muertes al año.
Durante mucho tiempo, la Hepatitis C fue la principal causa de cirrosis en el mundo; en países como Estados Unidos, Europa, Brasil y Argentina.
Cómo prevenir
El doctor Chong dice que se debe tener cuidado con las relaciones sexuales, usar preservativos, no compartir jeringas, no compartir objetos corto punzantes, afeitadoras y lo que tenga contacto con fluidos corporales; tanto para Hepatitis B como para Hepatitis C, aunque la prevalencia de Hepatitis C en nuestro país es baja.
¿Una vez que la enfermedad ataca, cómo la controlo?
Hay que hacer diagnóstico y tratamiento para evitar que el virus de la Hepatitis B y C dañen el hígado y lo lleven a una hepatopatía crónica y a una cirrosis y/o el desarrollo de un hepatocarcinoma.
Dado que en su mayoría, tanto el virus de la Hepatitis B y C son enfermedades asintomáticas, se recomienda un control anual a toda la población y realizarse simples exámenes de sangre. No olvide vacunarse para evitar el virus de Hepatitis B.
Uno de los síntomas que puede presentar el paciente es ojos amarillentos. Esto surge por el debilitamiento del hígado, que no puede limpiar bien la sangre.
La Hepatitis C, por lo general, no presenta síntomas. Cuando los síntomas se hacen presentes, estos incluyen ictericia (coloración amarilla en los ojos y la piel), fatiga, problemas estomacales y fiebre.
De su lado, la Hepatitis C es una enfermedad asintomática. La persona está con el virus y no se da cuenta, porque este no produce una fase aguda como los otros tipos de hepatitis en el que el paciente se torna amarillo. Puede estar años en el organismo hasta que el paciente llega a la cirrosis.
No pasa lo mismo con la Hepatitis B que en la mayoría de pacientes se presenta en una fase aguda; el paciente presenta síntomas típicos de hepatitis viral, incluyendo anorexia, malestar e ictericia. Todo aquello podría decantar en una hepatitis fulminante y muerte.
La infección crónica puede ocurrir en un 10% de los casos y producir cirrosis y/o carcinoma hepatocelular.
El virus de la Hepatitis B es un ADN que se incorpora en el ADN del organismo y es muy difícil erradicarlo. Pueden pasar años con una etapa de Hepatitis B crónica hasta que el organismo logre solventar y formar un anticuerpo específico para eliminar el virus.
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La baja cobertura de las pruebas diagnósticas y del tratamiento es el problema más importante que hay que resolver para lograr los objetivos de eliminación mundial para 2030, concluye el doctor Chong.