La salud se beneficia con el consumo del aguacate, dado que es un alimento reconocido por las múltiples bondades que aporta al organismo desde hace décadas.
Aparte de incrementar la absorción de nutrientes, disminuir el colesterol de los individuos que poseen niveles altos, controlar la presión arterial, la pulpa de tal fruta es rica en vitamina D y C, respectivamente.
Y más allá sobresale la pepa del aguacate, la cual permite decirle adiós a la caspa, Spa, hacer que el envejecimiento se tarde, hidratar el cuero cabelludo, eliminar el tono blanquecino de las canas.
Aunado, brinda sin hierro, calcio y magnesio. A su vez., vitaminas B1, E y A.
¿Qué aporta la pepa del aguacate?
“La pepa del agua del aguacate ayuda a rebajar, ya que contribuye con la pérdida de peso; funciona en pro de la regeneración natural de la piel, dejando en claro que a la hora de consumir el aguacate no se debe botar la pulpa.
Estudios como el realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania (Penn State), encontraron que
“La pepa representa una fuente potencial de nuevos compuestos importantes para el cuerpo, que hasta podrían convertirse en un ingrediente habitual en la alimentación, o incluso para crear productos farmacéuticos”, detallan estudios como los elaborados por científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania (Penn State).
El 70 % de los aminoácidos que posee se mantienen en la semilla del aguacate. En otro sentido, brinda el doble de fibras solubles que otras frutas o vegetales.
“Otro beneficio de la pepa del aguacate es que mejora las defensas y ayuda a combatir las bacterias. También cuenta con propiedades astringentes para combatir problemas estomacales como las diarreas e inflamaciones gastrointestinales”, escribió el portal Semana.
Adiós al envejecimiento rápido
Retrasa el envejecimiento. No hay duda de que de esta semilla se beneficia la producción de colágeno. El ABC rural subrayó: “Aporta gran cantidad de flavonoides, los cuales reducen el riesgo de tumores”.
La endocrina del Hospital Nisa Pardo de Aravaca, en Madrid, confirmó: “Estas grasas disminuyen los niveles de colesterol malo LDL, lo que favorece la fluidez del paso de la sangre por las arterias y venas y evita la formación de trombos”.