Puerto Rico es el séptimo país más envejecido del mundo, donde gran cantidad de la Generación X ya tiene más de 50 años y otros se aproximan a los 60. No obstante, la Isla no evoluciona su visión y ejecución con la velocidad que esta realidad exige para que el desarrollo social y económico de la Isla sea sostenible a nivel del gobierno, la empresa privada y el sector comunitario.
“A Puerto Rico se le sigue haciendo tarde para corregir su rumbo y hacer nuestro país sostenible de cara al futuro. Hay que dar un giro de 180 grados para romper con los patrones históricos que se vuelven obsoletos, para atender con éxito los retos que presenta nuestra población de adultos mayores y capitalizar en las enormes oportunidades de desarrollo social y económico que esto trae”, sostuvo José R. Acarón, director estatal de AARP Puerto Rico. Ante esta coyuntura y en mayo, Mes de los Adultos Mayores, AARP lanza la iniciativa ‘Los Mayores de Cincuenta Sí Cuentan’, para dar visibilidad y reconocer las contribuciones de las personas mayores en la familia, las comunidades, la economía y en todos los escenarios sociales.
“Los mayores de 50 sí contamos y junto a las otras generaciones tenemos un rol protagónico en el presente y el futuro del país. No obstante, dicho rol es poco reconocido en nuestra sociedad por los mitos y el prejuicio provocado por el edadismo, y por eso levantamos la voz para concienciar y que no se minimice la fuerza ni las aportaciones de los mayores”, expresó Acarón.
De paso, denunció que “el edadismo es un discrimen tan serio como el racismo o el sexismo, pero se trata como si fuese algo normal porque está tan arraigado social y culturalmente, y por eso subrayamos que las personas mayores definen sus vidas y se mantienen vigentes en todos los escenarios sociales; la gente mayor en ninguna circunstancia vuelve a ser niños como muchos tal vez piensen.”
De igual forma, indicó que una parte vital del mensaje es que “los mayores no se pueden seguir etiquetando como un costo social, cuando el 61% del consumo corresponde a los mayores de 50 años, según el Estudio de la Economía de la Longevidad en PR realizado por AARP”. Además, resaltó que “los mayores se catalogan como no tecnológicos, cuando las tendencias demuestran que hemos seguido adoptando la tecnología para manejar todas las facetas de nuestra vida de forma acelerada, utilizando efectivamente el teléfono inteligente y hasta la inteligencia artificial”.
El director estatal de AARP PR también subrayó las aportaciones familiares, ya que el 67% de las personas mayores ayudan económicamente a sus hijos y nietos, según estudios locales de AARP. “Siempre nos usan para cuidar los nietos cuando ambos trabajan y tomamos roles de niñeros, tutores, enfermeros y choferes. Estas aportaciones familiares son vitales para que las familias y el país funcionen, pero no se reconocen como se debería”. En el ámbito comunitario, destacó que el 80% de los líderes comunitarios son personas mayores y mayormente mujeres. “Gran parte de las organizaciones sin fines de lucro y cívicas están lideradas y constituidas por personas mayores, y esto hay que reconocerlo e impulsarlo, ya que gran parte del trabajo que realizan se lleva a cabo de manera intergeneracional”.
De igual forma, destacó que en el terreno laboral hay que seguir abriendo camino y reconocer que más del 50% de la fuerza laboral en Puerto Rico tiene más de 50 años. “Si miramos a nuestro alrededor vemos que son los mayores de 50 quienes lideran las grandes empresas, y en la misma forma emprenden negocios que crean empleos para personas de todas las edades”. En pleno año electoral, también sentenció que “a nivel político, a pesar de que somos la fuerza decisiva en las elecciones, tampoco contamos para las propuestas de los partidos políticos, que olvidan que el 55% de los votantes tiene más de 50 años y no nos pueden tomar por sentado”.
El director estatal de AARP PR concluyó haciendo un llamado a todos los sectores “para despertar del letargo y poner nuestro país a la altura que exige nuestra realidad poblacional dando el valor y el respeto que merecemos los mayores de 50. Debemos sentirnos orgullosos de las aportaciones pasadas, presentes y futuras de nosotros los mayores al país y su desarrollo, porque nuestro ejemplo sigue abriendo caminos. Los mayores estamos presentes y somos la fuerza del futuro con liderazgo e innovación, aportando al bienestar de Puerto Rico y las próximas generaciones”.