La contaminación, las computadoras y los teléfonos inteligentes hacen que necesitemos consumir más alimentos que ayuden fortalecer nuestra vista.
PUBLICIDAD
Algunos estudios han encontrado que los alimentos ricos en luteína y zeaxantina pueden reducir el riesgo de padecer enfermedades oculares crónicas.
TE PODRÍA INTERESAR: 7 razones de salud para comer papaya
Otras investigaciones han revelado que llevar una dieta rica en vitaminas C y E, beta caroteno, cinc y omega 3 también puede prevenir enfermedades oculares relacionadas con la edad.
A continuación les presentamos algunos de los alimentos ricos en estas propiedades:
1. Col rizada
Es rica en antioxidantes, fuente de beta caroteno. Éste es utilizado en el tratamiento de la enfermedad de los ojos llamada Degeneración Macular Senil (DMS). Este alimento también contiene luteína y zeaxatina, que son antioxidantes más potentes que la vitamina E, la cual ayuda a mejorar la visión. La col rizada se puede preparar en una ensalada con otros vegetales y frutas.
TAMBIÉN LEE: Las 10 frutas más peligrosas para diabéticos
PUBLICIDAD
2. Maíz
Además de rico, contiene los dos poderosos antioxidantes juntos: luteína y la zeaxantina. Una investigación publicada en el Journal of Agricultural Food Chemistry reveló que la cocción de esta verdura aumenta la cantidad de luteína y los niveles de antioxidantes por porción.
TE RECOMENDAMOS: Lanzan pique boricua con infusión de cannabis medicinal
3. Espinacas
Una taza de espinacas contiene 20.4 mg del duo saludable: luteína y zeaxatina. No olviden agregar algunas hojas de espinaca a sándwiches y ensaladas.
4. Brócoli
Este vegetal es rico en fibra y vitamina C, también contiene beta caroteno, además de luteína y zeaxantina.
TE RECOMENDAMOS: Los síntomas más frecuentes de la fibromialgia
5. Huevos
Son el desayuno más popular, lo que es recomendable, pues contienen muchas proteínas además de nutrientes como luteína, vitamina E y omega 3.
6. Naranjas
Estas sabrosas frutas cítricas son ricas en vitamina C, que puede ayudar a mejorar la salud del tejido ocular; esto, según un estudio clínico realizado por el National Eye Institute (NEI) de Estados Unidos.