Voces Activas

Jalta

Lee la columna de la bloguera Uka Green

Hermana que me lees, amiga que me sigues, mujer que pululas por aquí, déjame preguntarte algo…. piensa, reflexiona, respira, espera unos segundos y contéstame desde la sínsora de tu corazón: ¿Estás jalta? (sí, jalta, con j y con l porque harta es lo correcto pero es una palabra muy fina, muy sosegada). Dime, háblame….

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¿Te ronca la manigueta encontrar trastes en el fregadero y que toda alma que pase por el frente los ignore? ¿Te jode que nadie agarre la escoba? ¿Te rechincha que de ningún corazón que habita en tu hogar salga la iniciativa de mapear? Anda, sé sincera. ¿Casi te desmayas cuando ves el mogollón de ropa para planchar y nadie mueve una manita? ¿Eres siempre la última de la lista? ¿Te brinca el alma cuando te llaman solamente para preguntarte si hay comida? ¿Tienen tus hijas pantys de Victoria y tus hijos calzoncillos de Náutica y tu andas con las Joe Boxer porque para ellos lo mejor y para ti la guasafa?

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Dále, desahogate. ¿Se te asoman las lágrimas cuando encuentras la máquina de lavar llena y la ropa abombada? ¿Hay seres mágicos en tu casa que se acaban como termitas la comida? ¿Hay fantasmas que mueven vasos, platos, cubiertos y toda clase de artefactos por toda la casa? ¿Van tus hijos vestidos con el último chillido mientras que tu rebuscas de narices en las góndolas de Marshalls? ¿Tienes atrasada la mamografía? ¿El totólogo? ¿La colonoscopía? ¿El dentista? Es más, confiesa, ¿se te asoman las canas y las tapas con crayola porque tu visita al salón de belleza depende de lo que tienen que hacer los demás?

¿Espera todo el mundo que decidas qué comer, a dónde ir, cuándo viajar. qué pagar, qué comprar, dónde hacer el Pavo de Acción de Gracias y qué regalar en Navidad? ¿Te contestan tus hijos como si fueran tus panas? ¿Respira profundo tu marido cuando le llamas? ¿Ya no puedes soportar sus ronquidos?

Te dicen todos: “pero tranquila, no te exaltes”…. “¿qué te pasa?”…. “relax”.

Entonces hermana que me lees, amiga que me sigues, mujer que pululas por aquí, pláceme anunciarte que no estás sola en la vida…no, no lo estás. Eres, y no lo sabes, integrante del CLUB DE LAS JALTAS, ese grupo de mujeres que no se conocen pero que viven lo mismo y que están necesitadas de romper los amarres, salir disparadas corriendo, dando pelo, sintiendo en sus rostros el jodido viento y que las despeine como un signo inequívoco de libertad.

Abrazo solidario y grito nacional: ¡ESTOY JALTAAAAAAA!

Esta columna expresa solo el punto de vista de su autor. Uka Green es publicista y bloguera. Puedes contactarla a través de su página de Facebook: Uka Green o visita su blog Cincuentaytantos.

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