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AARP impulsa investigación senatorial sobre las disparidades sociales que enfrentan las mujeres mayores

 Se busca evaluar la realidad de las mujeres mayores mediante resolución multipartita

resolucion

Con el objetivo de que se tome acción sobre los retos desproporcionales que enfrentan las mujeres mayores en Puerto Rico, AARP impulsó una investigación senatorial junto a un grupo de mujeres líderes del Senado con representación multipartita. El punto central será analizar la relación que existe en nuestra sociedad con el sexismo y el discrimen por edad, que contribuyen a la invisibilización y desventaja de las mujeres mayores.

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“Por todo lo que se plantea sobre la crisis de violencia de género en el País, poco o nada se habla sobre la mujer adulta mayor y los retos particulares que enfrenta según envejece”, expresó la presidenta estatal de AARP PR, Marie Estela Cestero. De igual forma, hizo hincapié en que “nos estamos enfocando en la relación del edadismo y el sexismo por el impacto enorme que tiene en el bienestar de las mujeres mayores, su autoestima, sus derechos y las oportunidades en los ámbitos laborales, sociales, familiares, legales, financieros, emocionales y salubristas”.

Ante esta realidad, AARP junto a un grupo multipartita de senadoras anunció una resolución en el Senado, la cual establece que la Comisión de Asuntos de las Mujeres lleve a cabo una investigación sobre el estigma, el discrimen y la invisibilización de las oportunidades de las mujeres adultas mayores de sesenta años en Puerto Rico. Las senadoras que están respaldando la resolución son: María De Lourdes Santiago Negrón (PIP), Migdalia González Arroyo (PPD), Gretchen Hau (PPD), Rosamar Trujillo Plumey (PPD), Ana Irma Rivera Lassén (MVC), Ada García Montes (PPD), Wanda Sotos (PNP), Migdalia Padilla Alvelo (PNP), Elizabeth Rosa Vélez (PPD) y Keren Riquelme Cabrera (PNP).

Por su parte, la portavoz senatorial del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), María De Lourdes Santiago Negrón, puntualizó: “planteamos tres elementos indispensables para trazar políticas públicas sensatas: el número de mujeres cada vez con más responsabilidades, el envejecimiento y el empobrecimiento, acentuado por las medidas de austeridad en el contexto de la quiebra. Además, la pandemia representó un golpe para las mujeres mayores por el aislamiento, el deterioro del sistema de salud, el cuido de menores y otros familiares, además de la brecha digital.

En la misma forma, la Senadora Migdalia González Arroyo (PPD), Presidenta de la Comisión de las Mujeres en el Senado, expresó que “las mujeres adultas lamentablemente sufren problemas que se han invisibilizado para la sociedad. Muchas veces hasta la familia olvida atenderles, provocando en ellas un sentido de impotencia y soledad que incide sobre su salud emocional. Asimismo, en situaciones de violencia de género, tienden a permanecer en silencio, por sus creencias de que la mujer debe aceptar todo cuanto su esposo decida hacer”.

Por otro lado, la Portavoz de la Mayoría en el Senado, Gretchen Hau sostuvo: “Es imperativo hacer justicia a las mujeres mayores de 60 años quienes, por alguna razón, ven afectados su bienestar, derechos y oportunidades. Este proyecto es necesario para conocer cómo esta población de mujeres se ve afectada por el edadismo y sexismo, y qué herramientas podemos ofrecerles para erradicar este tipo de discrimen”.

La presidenta estatal de AARP y las senadoras destacaron que en Puerto Rico tampoco se habla sobre cómo se deben potenciar las facetas productivas de la mujer adulta mayor en el ámbito: laboral, empresarial, cívico-social y comunitario, así como el consecuente impacto positivo que esto tiene en los quehaceres de nuestra sociedad.

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De otra parte, la resolución hace hincapié en que muy pocas mujeres adultas mayores denuncian la violencia de género o se reconocen como víctimas o sobrevivientes. Incluso, en relaciones de parejas de adultos mayores la violencia de género tiende a ocultarse, minimizarse o trivializarse, ya que esas experiencias pueden estar normalizadas en la vida de las mujeres debido a patrones sociales, culturales y familiares.

“En general, las mujeres mayores se encuentran en una situación de desventaja en relación al resto de las mujeres en la sociedad, por la intersección entre los patrones de discrimen por edad (edadismo) y sexismo que se perpetúan de generación a generación por los constructos sociales. La realidad es que todavía falta mucho camino por recorrer para eliminar las disparidades sociales, la equidad en derechos, oportunidades y calidad de vida para las personas mayores en general, pero aún más para las mujeres mayores”, concluyó José R. Acarón, director estatal de AARP PR.

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