El levantarse de mal humor tiene una explicación científica y es un fenómeno denominado “inercia del sueño”, que consiste en un estado de confusión que sufrimos la mayoría de la población cuando nos despertamos, y que en condiciones normales dura aproximadamente una hora.
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“Las causas pueden ser diversas y variadas, pero es fundamental comprenderlas para poder abordarlas de manera efectiva y mejorar nuestro estado de ánimo”, publicó El Debate.
La privación del sueño, como la experimentada por el trabajo por turnos, trastornos del sueño o la dada por el envejecimiento conduce al deterioro de muchos aspectos de la salud. Un sueño óptimo requiere de cantidad y sobre todo calidad.
¿Qué causa el levantarse de mal humor?
Cuando no dormimos bien nos centramos en los aspectos negativos de las situaciones y manejamos peor el sentido del humor. Un cerebro descansado facilita el flujo de información, lo que hace que interpretemos la realidad desde una perspectiva diferente. Pero existen diversas causas que influyen en no tener un buen descanso y levantarse de mal humor.
El consumo de alcohol, el hambre o la deshidratación, el estrés y la ansiedad, la falta de luz natural, despertarse abruptamente; pero la más frecuente de todas es cuando se despierta en medio de un ciclo de sueño.
La falta de sueño tiene consecuencias nefastas para nuestro organismo: Bien a corto plazo (problemas de concentración y del estado de ánimo) o a largo plazo (mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y cambios en la respuesta inmune, como indican varios estudios).
Así se alivia
Alimentarse correctamente, cena al menos dos horas antes de acostarte y que no sea una comida muy abundante. Hoy en día a una gran cantidad de aplicaciones móviles que nos ayudarán a monitorizar nuestro sueño y a despertarnos en la fase del sueño más ligera. También hay algunas que nos traen a fases ligeras del sueño poco a poco con el encendido progresivo de nuestra pantalla o con música progresivamente más alta.
Hay que intentar acostarse y levantarse siempre a la misma hora y tener buenas rutinas de comidas. Así se regularán los ritmos circadianos. No te olvides del ejercicio físico.
