Cliff Arnall, psicólogo de la Universidad de Cardiff, propone una fórmula que tiene en cuenta diversos factores como las temperaturas, la socialización, el contacto con la naturaleza y las vacaciones para resumir la felicidad, pero ¿es esto cierto? ¿Se puede resumir la felicidad de una manera tan sencilla?
Aunque su enfoque no está del todo equivocado, la ciencia ha demostrado que las emociones tienen su origen en estímulos que provocan reacciones químicas en nuestro cerebro y, por lo tanto, podemos manejarlas a pesar de las condiciones externas. Sin caer en la positividad tóxica, existen hábitos y acciones diarias que podemos realizar para segregar hormonas que nos hacen sentir felicidad.
5 cosas que debes convertir en hábitos para conseguir la felicidad durante tu día a día
Hormonas como la serotonina, endorfina, dopamina y oxitocina, son claves a la hora de hacernos sentir “felices” o al menos para calmar los pensamientos destructivos que surgen en nuestra mente y estas cinco cosas te ayudarán a mantener dichas hormonas con el mejor balance posible:
- Ponerles nombre a las emociones: Un estudio publicado por la National Library of Medicine muestra que etiquetar los sentimientos frena la actividad de la amígdala, la parte del cerebro que se activa cuando nos emocionamos. Escribir o hablar sobre lo que nos sucede nos ayuda a funcionar mejor
- La socialización: Los seres humanos somos animales sociales por naturaleza y necesitamos un entorno que nos apoye para evolucionar correctamente. Estudios han demostrado que las personas con relaciones de calidad son más felices, viven más, logran sus objetivos vitales y tienen mejor salud física.
- Ejercicio físico: La práctica de deporte se ha asociado con una mejor calidad de vida. Un estudio realizado por las universidades de Oxford y Yale reveló que hacer ejercicio proporciona más felicidad que la riqueza. Aquellos que hacían ejercicio tenían menos días de mala salud mental.
- Dar abrazos: El contacto físico reduce la segregación de cortisol en nuestro cerebro y permite la liberación de oxitocina y serotonina, lo cual atenúa el estado de ánimo negativo. Abrazar se relaciona con la reducción del estrés y nos hace sentir protegidos.
- Hablarse a uno mismo en positivo: La forma en que nos tratamos a nosotros mismos influye en nuestra narrativa interna y condiciona nuestro comportamiento futuro. Estudios han demostrado que cuando nos dirigimos en segunda persona, nos distanciamos de las emociones y somos más racionales y optimistas.