Para una buena seguridad alimentaria, no solo resulta imprescindible contar con un buen frigorífico, sino también realizar un mantenimiento adecuado. De lo contrario, hongos y bacterias puede proliferar a discreción. Según académicos de la Universidad de Barcelona, dentro de un refrigerador pueden concentrarse de 10 a 100 millones de bacterias por centímetro cuadrado.
Para evitarlo, se recomienda higiene del electrodoméstico y una limpieza en profundidad al menos una vez al mes.
Pero además, se recomienda administrar la temperatura del refrigerador considerando la temperatura externa, sobre todo las olas de calor. Factores como cerrar mal la puerta del refrigerador o abrirla demasiadas veces en el día, influyen.
¿Qué hacer?
Para evitar esto, se recomienda aumentar el frío en el verano, en un rango de aproximadamente dos grados. Esto porque los refrigeradores generalmente se administran entre los 0 y los 7 grados (en la parte de abajo). Pero con un aumento sobre esa temperatura las bacterias crecen con mayor rapidez.
También influiría el orden en que se guardan los alimentos.
“Si se guardan los alimentos en los compartimentos específicos y se siguen las instrucciones indicadas, se puede evitar el aumento de microorganismos, contaminación cruzada y mantener los alimentos frescos por más días”, dice Pamela Castro, especialista de electrodomésticos de LG Electronics.
Tecnología para una mayor seguridad
Por lo general, los chilenos no tenemos la costumbre de modificar la temperatura de los refrigeradores en verano. Y ahí aumentaría el riesgo de enfermarse. Castro agrega que “es recomendable dejar el freezer en -15° y el refrigerador en 7°, para evitar la proliferación de bacterias”. Nuevas tecnologías han sido desarrolladas pensando en este problema.
Por ejemplo, para evitar abrir constantemente la puerta del refrigerador (a veces sólo para ver qué hay adentro), LG desarrolló la línea InstaView que permite observar lo que hay dentro sin abrir la puerta.
Además, de esta forma se reduce la pérdida de aire frío en 41%, manteniendo los alimentos frescos por más tiempo.
Para la comodidad de muchos, hoy existen congeladores que incluso permiten regular su temperatura a través de smartphones, con tecnologías como ThinQ. Ya no hay excusa.
Aquí algunas recomendaciones:
1. Cada cosa en su lugar:
- Dejar cada alimento en su lugar es fundamental para evitar la propagación de bacterias y su descomposición. En la parte más fría del refrigerador, es decir, el freezer, deben ir todos los congelados; incluyendo carnes y pescados. En tanto, las frutas y verduras deben ir en los estantes inferiores.
- Los lácteos se deben ubicar en la parte media del refrigerador, mientras que los huevos en la parte superior. Por último, la mantequilla, bebestibles y salsas deben ir en la puerta del refrigerador, ya que es la más expuesta a los cambios de temperatura.
2. Ahorra espacio:
- El secreto está en agrupar los alimentos, por ejemplo lácteos juntos y ordenar los productos de forma que puedas visualizar todo lo que tienes en tu refrigerador. Además, se recomienda ubicarlos según su fecha de vencimiento, con los productos por vencer adelante y los más frescos atrás.
3. Limpieza:
- Es importante hacer una limpieza semanal o quincenal para mantener el refrigerador en buen estado y llevar el recuento de las cosas que se tienen. Para esto, retira los alimentos y déjalos en una mesa, saca las repisas y estantes desmontables y lava y enjabona las superficies y cajones con agua fría.
4. Dile ¡NO! a las bacterias:
- Cada vez que se abre la puerta del refrigerador, se dejan entrar miles de gérmenes que podrían acelerar el proceso de descomposición de los alimentos.
- Hay refrigeradores que, para esto, cuentan con la tecnología “Hygiene Fresh”, un filtro higiénico que previene el daño prematuro de alimentos y evita la propagación de bacterias al interior del mismo en hasta 99,9%, gracias a sus cuatro filtros purificadores.
5. Se estratégico:
- Lo importante es que ubiques aquellos alimentos y bebestibles que más consumes en la puerta o al frente de cada estante. Al abrir y cerrar el refrigerador, se pierde temperatura, por lo tanto, mientras más fácil sea tomar ese producto, menos frío se perderá.