La tecnología juega un papel fundamental en la arqueología actual. Aunque la vieja brocha limpiando arena de los suelos todavía sigue siendo un método efectivo para encontrar restos de antiguas civilizaciones, ahora hay mecanismos digitales con sensores que detectan estructuras en los subsuelos de la Tierra actual.
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Una de las técnicas más efectivas ejecutadas en la actualidad es el sistema de LIDAR (Laser Imaging Detection and Ranging). El concepto general de este mecanismo es un dron que sobrevuela los yacimientos arqueológico para analizar con un sensor las profundidades de los suelos. Si hay presencia de rocas pertenecientes a edificaciones, los científicos acuden al lugar para excavar a mano.
Al igual que sucede con los telescopios espaciales, estos sistemas pueden haber registrado datos que nunca fueron analizados. Fue así como un equipo de científicos estadounidenses detectaron alrededor de 6.600 estructuras de una ciudad maya, oculta en los bosques de Campeche, México, después de observar información tomada con un sistema de LIDAR, en el 2013.
El descubrimiento fue casi como un accidente. Analizaban viejos datos, publicados en Internet, y notaron la presencia de las estructuras que nunca antes habían sido exploradas. Los restos pertenecen a una ciudad maya llama Valeriana, que incluso tiene pirámides.
Escondida en los bosques de Campeche
De acuerdo con un informe de Cooperativa, la ciudad maya estaba escondida por la vegetación del estado de Campeche, situado en e sudeste de México. Esta región es conocida por sus zonas boscosas del estilo tropical, debido a que están en la costa del Golfo de México. También cuentan con humedales estacionales y piedra caliza.
“Nuestro análisis no solo reveló una imagen de una región que estaba densa de asentamientos, sino que también reveló mucha variabilidad”, informó el autor principal del estudio, Luke Auld-Thomas, de la Northern Arizona University, en un comunicado de prensa.
Por el número de estructuras, la ciudad maya de Valeriana podría haber sido la segunda en importancia, después de Calakmul
“No solo encontramos áreas rurales y asentamientos más pequeños, también encontramos una gran ciudad con pirámides justo al lado de la única carretera de la zona, cerca de un pueblo donde la gente ha estado cultivando activamente entre las ruinas durante años”, reveló Auld-Thomas.
