La madre del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, María Consuelo Loera Pérez, murió este domingo a mediodía en la ciudad mexicana de Culiacán (Sinaloa) a los 94 años de edad, según confirmóel abogado del ‘narco’, José Luis González Meza.
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Pérez llevaba ya ingresada en un centro médico privado de Culiacán desde hace varias semanas y, aunque aún no hay confirmación oficial sobre las causas de su muerte, todo apunta a que habría fallecido por causas naturales, informa el diario mexicano ‘Milenio’.
La mujer tenía 94 años estaba al momento de su fallecimiento.
El Sol de Sinaloa informó que la muerte ocurrió pasadas las 2 de la tarde, en la entidad que ha sido cuna de varios líderes del tráfico de drogas.
En julio de 2019, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán fue condenado a cadena perpetua por la Justicia de Estados Unidos acusado de ocho cargos de narcotráfico y crimen organizado, 30 años de cárcel por porte de armas y otros 20 años en prisión por blanqueo de capitales. Actualmente se encuentra cumpliendo su condena en una cárcel en el estado de Colorado.
La madre de “El Chapo” pasó su vida entre la sierra de Badiraguato, en la comunidad de La Tuna, en donde nació su hijo que se convirtió en líder del Cártel de Sinaloa, así como en la capital del estado para estar cerca de sus hijas y nietos.
La mujer cobró relevancia en México porque en el año 2020 acudió a un evento del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se acercó hasta su camioneta para saludarla y decirle que había recibido su carta, en la que solicitan asistencia para poder ver a su hijo que se encontraba sometido a proceso judicial en Estados Unidos.
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Loera Pérez profesaba fervientemente su religión cristiana. La mujer llegó a conceder algunas entrevistas.
El 30 de marzo de 2020 en medio del inicio de la pandemia de COVID-19, López Obrador afirmó que gestionaría el trámite para que Loera Pérez pudiera visitar a su hijo: “Voy a hacer el trámite, desde luego, esto depende de la embajada de Estados Unidos, yo creo que por razones humanitarias se le debería de permitir ir, desde luego, con cuidados sanitarios, médicos; lo haría por cualquier ser humano”, manifestó.
Sobre el saludo que le dio, dijo que la mujer no era responsable de las actividades de su hijo y no le negaría el saludo a ningún adulto mayor ni la dejaría con la mano extendida.