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Si tu pareja te fue infiel, tu cerebro podría cambiar de forma importante

Una infidelidad duele y puede cambiarte más de lo que crees

El amor no es como en las películas. No todo es color de rosa todo el tiempo y cuando sufres, no se trata de quedarte tumbada en la cama, suspirando, en espera de “el indicado”. El amor en la vida real puede ser hermoso pero también puede estar cargado de un sufrimiento que puede afectarte en diferentes sentidos.

Una de las situaciones que nos lleva a este sufrimiento es la infidelidad y no, tampoco es como en las películas donde todo se ve en cámara lenta, mientras tu corazón palpita a mil por hora.

La infidelidad cambia todo en una relación. ¿Cómo podría no hacerlo? Pero la forma en que ésta te cambia no es necesariamente tan radical y general, independientemente de tu papel en el desastre. Los efectos de un engaño van desde lo emocional hasta lo físico y lo neurológico.

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La agonía no está solo en tu cabeza; está en tu cuerpo.

Te preguntas por qué no fuiste “lo suficientemente buena” y que tu pareja te fue infiel porque consiguió algo “mejor”.  Te sientes estúpida porque no fuiste capaz de ver el problema antes. Y claro, la confianza no vuelve a ser la misma. Tienes miedo de volver a amar porque no quieres pasar por la misma traición de nuevo.

Pero aunque todo esto parezca un cliché, en cierto modo es inevitable pues hay ciertas reacciones en tu cerebro que están desencadenando tu forma de actuar. tu cerebro pasan muchas cosas

Cuando vivimos una infidelidad, experimentamos dolor físico

Un estudio por parte de la Universidad de Michigan explica que cualquier tipo de angustia puede provocar dolor. Resulta que las rupturas, los abandonos y las traiciones románticas son tanto emocional como físicamente dolorosas, porque activan las partes de nuestro cerebro que reaccionan a la incomodidad física.

Los investigadores observaron los escáneres cerebrales de los voluntarios mientras experimentaban una quemadura física leve, y luego mientras miraban fotografías de ex novias. ¿El resultado? Las mismas partes del cerebro, la corteza somatosensorial secundaria y la ínsula dorsal posterior, se iluminaron en ambos casos. Estas áreas están conectadas con el procesamiento de las sensaciones de dolor, y parece que también son parte de nuestro malestar ante la “exclusión social” o el “rechazo”, ya sea por parte de amigos o de una pareja. La infidelidad es un rechazo de nuestro valor fundamental como pareja, y por eso duele hasta lo más profundo.

Podemos sentir que estamos rompiendo una adicción

Cuando nos engañan (como en otros escenarios de angustia), nuestro cerebro reacciona como si hubiésemos dejado de golpe una sustancia a la que hemos desarrollado una intensa adicción.

El amor es para el cerebro, tan adictivo como la cocaína. De acuerdo con expertos de la Universidad de California — Berkeley, la experiencia del amor, particularmente en sus intensas primeras etapas, sigue el mismo camino en el cerebro que una sustancia adictiva en el torrente sanguíneo.

Las personas que están seriamente enamoradas muestran reacciones fuertes en su núcleo caudado, que libera grandes cantidades de sustancias químicas que les hacen sentir bien y motiva comportamientos que intentan obtener otra “solución”. Si se quita esa solución, el cuerpo reacciona de la misma manera que lo haría si dejara la nicotina.

Comprender el proceso de la adicción en torno al amor es fundamental para la curación, tanto para la víctima como para el traidor. Es fundamental cortar toda comunicación con la pareja. El apoyo de amigos y profesionales de la salud mental es esencial. Si te duele, no te sientas culpable. Cada persona trata una situación así de forma diferente así que debes ir a tu ritmo, entender tus emociones y sanar poco a poco. No dudes en pedir ayuda de amigos o de un especialista pero sobretodo, ten paciencia; la curación de cualquier adicción lleva tiempo.

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