Siendo el cáncer colorrectal el tercer cáncer más común en el mundo y ante la preocupación del aumento de las tasas de este entre personas menores de 50 años, se investigó cómo la inflamación crónica se atribuye al desarrollo de la enfermedad
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El cáncer colorrectal se caracteriza por el desequilibrio entre los procesos proinflamatorios y prorresolutivos, que resulta en una inflamación crónica, similar a una herida que cicatriza mal y que, por tanto, puede llevar a una progresión tumoral.
En la investigación se observó que, en 81 tumores participantes del estudio, había una sobreexpresión prominente de derivados del ácido araquidónico, los genes que codifican sus enzimas sintéticas y receptores, pero una expresión deficiente de genes que producen enzimas sintéticas pro-resolución y lipoxinas resultantes y receptores asociados. Lo que indica que el cáncer colorrectal es producto de un cambio defectuoso de lípidos, especialmente aquellos obtenidos mediante grasas ultra procesadas (aceite para cocinar) y/o frituras.
“Este estudio sugiere que los nuevos enfoques terapéuticos para el cáncer colorrectal podrían inducir el cambio de clase de lípidos a través de la producción de mediadores pro-resolución especializados endógenos.Creemos que nuestros hallazgos no se limitan al cáncer colorrectal, sino que es probable que sean generalizables a muchos otros tipos de tumores”, coinciden los autores.