Los cítricos y en especial las chinas, son frutas que además de contener un gran sabor pueden generar importantes beneficios para la salud cuando su consumo es de manera permanente ya que entre sus cualidades principales se destaca por contener una importante fuente de vitamina C.
Esta vitamina es fundamental porque es uno de los nutrientes hidrosoluble más importantes ideal para que el cuerpo pueda reparar y mantener los tejidos celulares. No obstante, una nueva investigación encontró que el perejil puede dar los mismos beneficios, pero en más alta cantidad, además, su acceso y mucho más económico que los tradicionales cítricos.
Cualidades del perejil
Esta planta herbácea es utilizada por muchos profesionales de la gastronomía para decorar o condimentar los platos. Debido a que tiene un alto contenido de antioxidantes como la vitamina C, es un gran aliado para combatir los niveles elevados de azúcar y proteger el corazón.
Se ha demostrado que su consumo genera una reducción de la excreción urinaria de calcio y proteínas, además, ayuda a mejorar el flujo sanguíneo y reduce la presión alta. Su alto contenido de carotenoides promueve una visión más sana ya que funciona como un protector natural para los ojos.
Al contar el perejil con betacaroteno, es una importante fuente de vitamina A que colabora con el fortalecimiento de la córnea y la membrana delgada. También se destaca por:
· Ayuda la digestión gracias a su alto contenido en fibra que regula de forma natural el tránsito intestinal.
· Es antiinflamatorio y combate las patologías la osteoartritis y la artritis reumatoide.
· Tiene un alto contenido de otro tipo de minerales como el hierro y zinc, esenciales para purificar la sangre y fortalecer los glóbulos rojos, de modo que fácilmente podemos utilizar el perejil para tratar problemas como la anemia.
· Es rico en potasio, ayudando a tener una buena circulación y regulando la presión arterial.
· Sirve como tratamiento natural para limpiar los riñones, ya que esta planta tiene cualidades diuréticas que estimulan la función renal. Así se facilita la eliminación de líquido del organismo, previniendo retención de líquidos y obesidad.