El tratamiento de una paciente con cáncer de mama y embarazo requiere de un equipo multidisciplinario cuyo principal objetivo sea el control local de la enfermedad, la prevención de metástasis y por supuesto el nacimiento de un niño saludable.
Por tal razón la quimioterapia durante el primer trimestre del embarazo no se recomienda ya que se asocia a malformaciones congénitas de un 10% a un 20%, informó la oncóloga Elsa Núñez.
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Núñez indica que es necesario conocer cuáles estudios con medio de contraste, (técnicas de imagen) pueden realizarse pues se hace vital saber cuáles medicamentos pasan la barrera placentaria, es decir, entran a la circulación fetal, para evitar perjudicar al bebé.
“Los cánceres de mama en una embarazada, en la mayoría de los casos se presentan con invasión vascular, son de alto grado y con un mayor compromiso ganglionar. El pronóstico no difiere mucho cuando se compara con un cáncer de mama en una mujer no embarazada”, dijo Núñez.
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La oncóloga también indica que en la mayoría de estas pacientes, la forma más frecuente de presentación clínica es sensación de masa, que en ocasiones son difíciles de detectar por la paciente y por el médico por los cambios fisiológicos de las mamas durante el embarazo.
“Es aconsejable que los médicos tengan un amplio diálogo con la paciente para así decidir en conjunto cual es la mejor terapia a ser ofrecida. El tratamiento del cáncer de mama y embarazo es difícil, el manejo siempre debe ser multidisciplinario.